No es fácil escribir en estos tiempos. La gente ya casi no lee, y toda opinión que sea dicha a través de caracteres simplemente da lata leerla.
El msn y el sms (los últimos dos vestigios de expresión escrita en este siglo) te obligan a escribir lo más rápido posible, lo que crea los nuevos dialectos n ls kuals 1 trmina scribnd azi. S trribl d bkn scribir azi la kgó!

¿Es este acaso el inevitable destino de las letras? Posiblemente, pero como típico viejo testarudo me opondré frente a esto.



Yo crecí leyendo. De niño me interesó la ortografía, y dormía leyendo la cosa que fuera que encontrase. Aprendí a leer rápido y, por lo tanto, a agilizar la mente. Sin embargo, reconozco que ahora que he perdido el hábito. Es que realmente en estos tiempos es muy difícil irse en contra de la televisión y la internet. La labor estupidizante de estos medios de comunicación está siendo muy eficaz, y es francamente más fácil alcanzar el control remoto que pensar en algo.

Es que es así de simple: la gente ya no piensa. Nada de nada. Y a la gente que está sobre nosotros le conviene de sobremanera esta realidad. Saben lo que sabes, puesto que ellos lo pusieron en la televisión. No pensarás más lejos de lo que ellos quieran que pienses. Ellos se preocupan de entretenerte lo más posible: ponen Los Simpsons todo el día si es necesario, o le inflan más las tetas a la Olivarí. Pero tu conocimiento llega hasta ahí. En la noticia te alarman de lo que quieren alarmarte. Te dan excusas y suben sus precios de sus productos. Inventan delincuencias para que te sientas inseguro. Implícitamente te lo dicen: ten un arma, cuidate de tu vecino. Dónde está tu hijo. Se está drogando. O está siendo golpeado por sus compañeros de colegio. Donde estacionaste tu automóvil. Andan ladrones. Muchos femicidios en Chile últimamente: este tipo asesinó a su mujer así y asá (tome nota), la enterró acá (dése cuenta de el error que usted no tiene que cometer).

Las letras sobran para quienes nos dominan. El escribir va de la mano del pensar, y el pensar ya es algo que no permite que ellos hagan lo que quieran.

Sálvate. Ten vida. Piensa, escribe, raya, escucha. Abraza, cree, conversa, ríe, besa, sale. Lee, lee mucho. Date cuenta, opina, crea, únete y muévete. No pierdas tu intelecto en una vida de flojeras y 'sí lo haré mañana, hoy no' Por último ni siquiera lo hagas por ti. Hazlo por aquél que está al lado tuyo y que está esperando a que algo pase.

Y te darás cuenta que hasta feliz puedes llegar a ser.