by ROBERTO, para sardinaescapista.blogspot.com (ESTE BLOG)
BLOG PERSONAL: http://roberto-urra.blogspot.com
Ausencia de vida
I
Reconocía los detalles de su nuevo mundillo, sabía ubicar las sillas en su lugar y empujar con cuidado la puerta, de manera de no hacerle más daño. Sabía con exactitud la desconfianza que debía tener con ese cielo y las distintas formas de hallar un buen pensamiento que lo aleje del camino de sus días. De a poco olvidaba sus otras calles, pero se esforzaba en recordarlas con breves viajes a un pasado o con recuerdos espontáneos que nacían del silencio que creaba el interminable sonido de aquella ciudad de tormentas.
- Lo necesario para saber que no es cierto.
- ¿Qué? ¿Tu vida?
- Se que mi vida es algo… aunque no hablo de ese tipo de certeza, me refiero a que esto no es cierto.
- Suelo hacerlo cuando no estoy aquí.
- ¿Y sirve creer en otro lugar?
- Si claro, mi vida allá no es cruel, llegué acá sin recomendación, confío plenamente en mi capacidad de perderme de rumbo.
- Llegaste por alguna razón… o no gustas de tu vida o algo falta en ella.
- ¿Le puede faltar tu vida a la vida?
- Puede ser… mi vida fue un viaje que nunca pude alcanzar y, sin embargo, vivo sin el enorme detalle de tener la vida.
- Entiendo.
- ¿A quién extrañas?
- No creo que lo haga solamente yo, mi vida extraña a su vida.
- No puedo ayudarte.
- Siempre lo supe, tomé prestada tu atención para no levantar un monólogo.
- Deberías esperar al Procurador.
- ¿Y ese?
- Tiene fama, yo prefiero evitarlo, es temible. Llega a eso de la caída del sol y se sitúa de espalda a aquél seto.
- ¿Y él devolverá la vida a mi vida?
- Nada de eso.
- ¿Y entonces?
- Él te despierta.
- Me sumo a tu idea.
- Siento, de todas formas, que mi vida está más cerca.
- Creo notarlo, debes creer en algo que yo no creí.
- Si. Es algo en lo que vale creer.
- ¿Una persona?
- Eso y más que eso.
- Está bien. Solo te puedo decir una cosa: no confíes nunca en trenes.
- Lo tomaré en cuenta. Sin embargo tengo miedo, ¿Cuándo terminará todo esto?
- Difícil decirlo, aunque debo confesar que he pensado en tu problema y en ti.
- Yo igual, suelo ocuparme de mí.
- Sabes, te contaré algo.
- Y yo escucharé.
- Un día despertarás y recordarás lo pasado como sueles hacerlo. Creerás que anduviste en este parque y que no me encontraste, por primera vez entenderás la razón de esta realidad y conforme aumente tu desesperación ella aparecerá por aquella calzada. Se mirarán con nerviosidad, caminarán para juntarse y sin demora optarán por correr, se abrazarán y sentirán el beso que tanto extrañaban.
- ¿Y luego?
- ¿Luego?
2 comentarios
ta gueno
Posted on octubre 09, 2007 10:15 a. m.
muy lindo...mientras leía tenía la extraña sensación de que lo había escrito una amiga...su forma de expresar se parece a la tuya.
En fin,saludos y que estes bien también..:D
Posted on octubre 09, 2007 6:23 p. m.