AUSENCIA DE VIDA

Publicado por SardinaEscapista


by ROBERTO, para sardinaescapista.blogspot.com (ESTE BLOG)
BLOG PERSONAL: http://roberto-urra.blogspot.com




Ausencia de vida

I


Reconocía los detalles de su nuevo mundillo, sabía ubicar las sillas en su lugar y empujar con cuidado la puerta, de manera de no hacerle más daño. Sabía con exactitud la desconfianza que debía tener con ese cielo y las distintas formas de hallar un buen pensamiento que lo aleje del camino de sus días. De a poco olvidaba sus otras calles, pero se esforzaba en recordarlas con breves viajes a un pasado o con recuerdos espontáneos que nacían del silencio que creaba el interminable sonido de aquella ciudad de tormentas.

Sus formas de recordar eran variadas. Ocupaba con afán la realidad inmóvil de las fotografías o leía, apoyándose con películas mentales, las cartas escritas en hojas colegiales acompañadas con escondidas flores secas que añoran su primera fragancia. A veces optaba involuntariamente por los sueños, aunque de poco le servía ya que al despertar olvidaba lo que había acaecido en su mente.

Cierto día tuvo un sueño que sorpresivamente recordó. Se trataba de un parque ajeno, de finas terminaciones en los arbustos y con asientos extraídos de algún recuerdo de anticuario. Caminó por el sendero principal haciendo un pequeño examen visual de lo que ahí veía. Se acercó a un tipo que se encontraba sentado, como esperando algo, le habló.

- ¿Llevas mucho tiempo aquí?

- Lo necesario para saber que no es cierto.

- ¿Qué? ¿Tu vida?

- Se que mi vida es algo… aunque no hablo de ese tipo de certeza, me refiero a que esto no es cierto.

Miró lo que él miró. La pileta central no desperdiciaba el agua.

- ¿No crees en lo que ves?

- Suelo hacerlo cuando no estoy aquí.

- ¿Y sirve creer en otro lugar?

No decía lo que sentía, es más, tenía una pequeña impresión de que la conversación ya estaba escrita.

- No se tú, cuando mi vida de allá me obliga a otros mundos vengo hacia acá. No creo en esto, pero es algo levemente hermoso.

- Si claro, mi vida allá no es cruel, llegué acá sin recomendación, confío plenamente en mi capacidad de perderme de rumbo.

- Llegaste por alguna razón… o no gustas de tu vida o algo falta en ella.

- ¿Le puede faltar tu vida a la vida?

- Puede ser… mi vida fue un viaje que nunca pude alcanzar y, sin embargo, vivo sin el enorme detalle de tener la vida.

- Entiendo.

- ¿A quién extrañas?

- No creo que lo haga solamente yo, mi vida extraña a su vida.

- No puedo ayudarte.

- Siempre lo supe, tomé prestada tu atención para no levantar un monólogo.

- Deberías esperar al Procurador.

- ¿Y ese?

- Tiene fama, yo prefiero evitarlo, es temible. Llega a eso de la caída del sol y se sitúa de espalda a aquél seto.

- ¿Y él devolverá la vida a mi vida?

- Nada de eso.

- ¿Y entonces?

- Él te despierta.

II

De vuelta a sus días normales, caminó como había aprendido y trató de buscar al tipo en alguna calle, acaso para sonreírle o para contarle de un pasado.

Un día despertó y nuevamente recordó lo soñado. El parque era el mismo, aunque advirtió que las bancas eran, esta vez, del recuerdo de un soñador. Al ver a su alrededor reconoció al tipo que nuevamente estaba sentado, relucía una roja flor en la solapa de su abrigo, se acercó a él y le habló.

- Todo ha seguido igual.

- Me sumo a tu idea.

- Siento, de todas formas, que mi vida está más cerca.

- Creo notarlo, debes creer en algo que yo no creí.

- Si. Es algo en lo que vale creer.

- ¿Una persona?

- Eso y más que eso.

- Está bien. Solo te puedo decir una cosa: no confíes nunca en trenes.

- Lo tomaré en cuenta. Sin embargo tengo miedo, ¿Cuándo terminará todo esto?

- Difícil decirlo, aunque debo confesar que he pensado en tu problema y en ti.

- Yo igual, suelo ocuparme de mí.

- Sabes, te contaré algo.

- Y yo escucharé.

- Un día despertarás y recordarás lo pasado como sueles hacerlo. Creerás que anduviste en este parque y que no me encontraste, por primera vez entenderás la razón de esta realidad y conforme aumente tu desesperación ella aparecerá por aquella calzada. Se mirarán con nerviosidad, caminarán para juntarse y sin demora optarán por correr, se abrazarán y sentirán el beso que tanto extrañaban.

- ¿Y luego?

- ¿Luego?

Ambos miraron el cielo sin proponérselo.

- Luego, dejará de ser un sueño.

2 comentarios

  1. Anónimo opina:

    ta gueno

    Posted on octubre 09, 2007 10:15 a. m.

     
  2. chica_verde opina:

    muy lindo...mientras leía tenía la extraña sensación de que lo había escrito una amiga...su forma de expresar se parece a la tuya.
    En fin,saludos y que estes bien también..:D

    Posted on octubre 09, 2007 6:23 p. m.